Yo tengo la palabra agusanada y el corazón lleno de
cipreses metafísicos, ciudades, polillas, lamentos y ruidos
enormes; la personalidad, colmada de eclipses, aúlla. (Mujer:
sacúdeme las hojas marchitas del pantalón).
* * *
Andando, platicando, andando con la tierra por los
caminos varios, se me caen los gestos de los bolsillos, —
atardeciendo olvidé la lengua en la plaza pública...—, no los
recojo y ahí quedan, ahí, ahí, como pájaros muertos en la
soledad de los mundos, corrompiéndose; el hombre corriente
dice: «son colillas tristes», y pasa.
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Como el pelo, me crecen, me duelen las ideas; dolorosa
cabellera polvorosa, al contacto triste de lo exterior cruje,
orgánica, vibra, tiembla y, cargada de sangre, parece un
manojo de acciones irremediables. (Radiogramas y telegramas
cruzan los hemisferios de mi fisiología, aullando sucesos,
lugares, palabras).
* * *
Ayer me creía muerto; hoy, no afirmo nada, nada,
absolutamente nada, y, con el plumero cosmopolita de la
angustia, sacudo las telarañas a mi esqueleto sonriéndome en
GRIS de las calaveras las paradojas, las apariencias y los
pensamientos; cual una culebra de fuego la verdad, la verdad
le muerde las costillas al lúgubre Pablo.
* * *
Aráñanme los cantos la congoja y el vientre, con las
peludas garras siniestras de lo infinito; voy a abortar un
mundo; (mis calzoncillos, mis calzoncillos se ríen a
carcajadas!..).
* * *
Un ataúd azul, y unas canciones sin sentido,
intermitentes, guían mis trancos mundiales.
* * *
Y la manta piojenta de la vida me envuelve grotescamente
cual claridad a los ciegos...(Ruido de multitudes,
automóviles, muchedumbres, van conmigo; como pájaro solo y
loco canta lo absoluto en los álamos negros de tu cabeza, Pablo
de Rokha!..). (... ... ... Universo, Universo, ¡cómo nos vamos
borrando, Universo, tú y yo, SIMULTANEAMENTE!.. ... ... —).
«Pablo de Rokha» por Pablo de Rokha.