viernes, 23 de octubre de 2009

Venga, pase
¿Cómo le va? ¿Se va a confesar?
Sientese ahí, espere un ratito; el padre ya viene.

Ojos turnios, silueta erguida.
Cabeza gacha; perdón señor.
Manitos juntas, alma en el aire.
Arrepentimiento -por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa-
y el puño derecho golpeando el corazón.
Listo, terminó todo.

¿Eso nomás era?

Penitencia ¿Penitencia? ¡Penitencia!

Arrodíllese y cinco Ave María y tres Padre Nuestro.
Cumpla, pague; el creador se puede enojar.
(Paga, paga procurando jamás volver a pecar, hijo de puta)

Un rosario, dos, tres; y el que está al lado esperando su turno
-como quien saca número para comprar carne en un supermercado-
piensa una y otra vez si vale la pena pedir perdón mirando al cielo...

martes, 6 de octubre de 2009

Saltar desde un quinto piso, correr hasta el infinito; ensar, crear, borrar, pensamientos efímeros.
Flor en el andén, figuras de papel; y yo viendo cómo nace lo que nadie quiere ser.
Tanta idolatría erra por pasajes sin salida.
Morir por dentro y salir corriendo y sostener el carnet, mostrarlo en el hospital, pedir permiso pa' pasar y que la muestra de sangre y que la presión y que despierta y que no.
Arrancar del sueño y pensar, crear, borrar, mascaritas y vanidad.
Y volver a morir y volver a vivir y volver a morir y volver a vivir y la altura, ¡la altura!, que se apuna, que se va.
Se fue.
Y que el taita la tenga en su santo reino.