martes, 19 de mayo de 2009

no sé.


09:13 AM.

Acabo de ver Tiempos Modernos. Sí, la de Chaplin. El profe nos pasó una guía con relación a la película, pero hoy, más que ningún otro día, no quiero trabajar.
Por fin terminé de escribir mi pseudocreación musical, faltaba solo una frase ¡solo una! Es increíble lo mucho que me costó pensar en un común y corriente .
En mi mente suena Esquemas Juveniles de la Javi Mena, también Fast Car de mi tocaya Chapman, pero me quedo con la primera; me ayuda muchísimo cando -hago como que- escribo.
Enciendo el mp3 -odio el mp4, 6, 8 e infinito- y, luego de discutir con mi mente, tratando de decidir si escucho a Beck, Camille, Coralie Clément, Emilie Simon, Gepe, Guachupé, Joanna Newsom, Mecánica Popular, Pauline Croze, Radiohead, Russian Red, The Beatles, The Bird and The Bee, The Strokes, The Turtles, Tracy Chapman y otro sinfín de excelentes músicos, elijo el disco de la antes mencionada Javiera Mena.

El disco empieza con Al Siguiente Nivel, tema que me gusta muchísimo, el cual tiene un mensaje que, al menos en mí opinión, debiese ser enviado al subconciente de toda la juventud (probablemente es un mensaje que solo yo puedo descifrar, lo que suelo hacer con las canciones vendría siendo como buscarle la quinta pata al gato o algo por el estilo).
Miro a mi alrededor y veo a un montón de chiquillas haciendo cualquier cosa, menos trabajar en la guía: Unas, estudian para el preu. Otras, leen el maestro Crimen y Castigo y, por último, están aquellas que siguen hablando del carrete del fin de semana -qué maestro es hablar de ellas esuchando este tema- tienen tema para toda la semana y, para mi buena suerte, ésta termina el miércoles. Todo gracias a que el jueves es 21 de mayo y el viernes lo hicieron sandwich.

Recreo, 09:30 AM.
Está sonando Esquemas Juveniles, una de mis favoritas; me encanta la introducción que tiene.
Pienso en lo complicado que debe ser cuando se quiere hacer algo y no poder enfocarse en ello. Lo digo porque a veces pienso que es fácil definir, llegar a un mismo destino. Y difícil llegar al unísono.
Tengo frío, ya no tengo muchas ganas de escribir. A ratos, esta canción me anima. Otras, me deprime.
Creo que no es un buen día; muy bien no me siento y me encantaría culpar a la Influenza Humana porque, a decir verdad, no sé qué me pasa. ¿Cuestiones de minas? Voy a comer algo.

09:47 AM.
Como Siempre Soñé.
Recuerdo que cuando peque soñaba con ser actriz y siempre me miraba al espejo y practicaba caras, dependiendo de la situación en la que me ponía.
También soñé con encontrar a alguien que me hiciera feliz y me entregara tan solo un poco de cariño. Creo haberlo encontrado y por eso hablo de él; porque en mis oídos suena la Javi Mena diciendo: Como siempre soñé, te busqué por azar. No sabes que te busqué por toda la ciudad. Hablar de ti siempre me anima; esque, te conozco tan poco, que con lo poco te quiero mucho.
Puede ser que sea demasiado -o a veces muy poco- expresiva, pero de vez en cuando creo que es bueno compartir mi alegría con alguien que carece de ella (¿Quién sabe si, alguien que lee esto, la necesita?)

Sol De Invierno.
Miro por la ventana y, además de árboles y cielo, veo los reflejos de un no cálido sol de otoño. El mismo sol que hace un par de días desapareció y fue reemplazado por agua, hoy está presente nuevamente.
Me pregunto si en este momento alguien más está haciendo esto. Me gustaría saber si alguien ha dejado por un momento de lado la monotonía y se ha puesto a escribir, o al menos pensar, en lo que siente en un día soleado y frío como hoy.
Tengo ganas de caminar campo adentro, llevar una almohada, lápiz y papel, muchas ideas, sueños. Y una cámara.

No sé qué hora es.
Cámara Lenta.
-Canción de mierda- pienso; pero me retracto rápidamente: Ya no me trae malos recuerdos.
El saber que ésta es la favorita de un lindo Pequeño Gigante, me hace olvidar que, hace un tiempo atrás, alguien me la dedicó y me hizo daño y por eso no me agrada... Hasta ahora.
Creo... Sí, creo. Creo que pensar en su figura de adolescente, aquella del bonito que me hace feliz, me recuerda a un día de cine, museo, metro, plaza y bus. Me recuerda, además, a un abrazo y un Te Quiero.
El que sea tu canción favorita, lo cambia todo.

Casan.
Suelo discutir con mi mente; muchas veces no hay motivos para hacerlo. A veces, mi mente se separa de mi cuerpo y realmente se genera un caos.
No sé qué decir, me siento insegura y no puedo bloquear lo que quiero dar.
No hay más palabras. Siguiente.

Cuando Hablamos...
Te siento un poco más cerca. Sí, ahora. Ahora que escucho esta canción, recuerdo cuánto te gusta la Javi; recuerdo lo mucho que me hace bien escucharla.
Me gustaría saber qué pasa en el mundo cuando nuestras palabras se cruzan, quisiera pensar en que la Tierra es un poco mejor.
Con la última frase recuerdo a una profe, que ayer me dijo: -Hoy, el mundo es un poco peor- refiriéndose a la muerte del maestro Benedetti.
Quizás, cuando hablamos, tenemos la oportunidad de cambiar todo.

Perdí la noción del tiempo.
Está En Tus Manos.
En un preciso flashback recuerdo un sueño que tuve hace mucho -o poco, dependiendo de la noción del tiempo que cada uno tenga- en el cual alguien me dijo que siguiera, que en mis manos, een mis dedos, se encontraban infinitas palabras, frases e ideas que debían salir a flote; pensamientos que debía soltar y plasmarlos en algo.
Pienso que puedo hacer muchas cosas, por ello tambíen suelo tomar una cámara y fotografío el viento, la calle, algo o alguien que quizás, en algún momento de la vida, pensó como yo. O yo como él.
-Está en tus manos- pienso.

Yo No Te Pido La Luna.
No pido mucho, en realidad. Al igual que Francisca Valenzuela, no necesito mucho para sonreír. Puedo hacerlo mientras pienso en ser confidente y saber por dentro quién eres tú.
Puedo ser feliz sabiendo que otros también lo son; sabiendo que, en algún lugar, se ha hecho justicia y vivieron para contarlo.
No soy fuerte, al contrario. Soy frágil y de papel, pero todo lo que hay en mi mente, más todo aquello que me queda por contar y vivir, le haecn peso a aquella fuerza que me falta.
¿Qué estoy diciendo?

Perlas.
Y nada. Cambié de opinión (aunque sé que en un par de segundos voy a retractarme). Alomejor todo esto es en vano.
Permiso, tengo una cita con Dostoievski y el joven Raskolnikov.