lunes, 17 de mayo de 2010

Ay!

No sé.

Se me fundió el cerebro, aún así tengo mucho en mente y no encuentro la manera precisa -ni las palabras correctas- para poder expresar ni un tercio de todo.

Estoy cagá, pienso. Hace tiempo lo pensé y creo ahora estar en lo cierto.
Definitivamente, el tamaño de mi cabeza no es proporcional a toda la mierda que tengo dentro; de lo contrario, no temería por ella en todo momento.

Y así, sigo sin entender.

Poco a poco lo poco y nada que queda de mi mente va diciendo que debo decir/sentir/pensar algo. Pero no.

No sé de dónde sale todo esto, no sé quién/qué lo controla.

Es posible, creo, que mis dedos tengan cerebro propio y sean ellos quienes realmente están escribiendo esto.

En una de esas, muchas partes de mí tienen cerebro aparte... No hallo otra explicación a porqué me pesa tanto el cuerpo.

Ay! No entiendo, sigo sin entender.


Los ojos, los dedos, el pelo, la lengua, las orejas, el ombligo, las rodillas, los codos, los hombros, la clavícula, el fémur izquierdo, mis uñas color fucsia... Todo me pesa.

Imposible encontrarle sentido alguno a algo tan imbécil.
Imposible encontrar imbécil algo sin sentido.


Ay! Así me siento hoy.